Nació el 27 de abril de 1924 en la ciudad de Buenos Aires. Sus padres llegaron al país desde Polonia, escapando del hambre provocado por la guerra. Se recibió de profesora de corte y confección. A los 22 años conoció a quien sería su marido, en un baile de la colectividad judía. Tuvieron tres hijos: dos mujeres y un varón, Walter. En 1966 se separaron. Aparte de su trabajo, Aída era voluntaria en el Hospital Israelita. Cuando desaparecieron su hijo y su nuera, comenzó la búsqueda como todas las Madres y Abuelas. Y cuando encontró a su nieto, siguió trabajando para localizar al resto. Inquieta, activa, solidaria, pícara y de comentarios agudos, quienes la conocieron recuerdan su lucidez para discernir lo justo de lo injusto.
"La Abuela de Mar del Plata Negrita Segarra me dijo: '¡Encontramos a tu bebé Aída! Bueno, ya no es un bebé, tiene 4 años'".
"No debe haber algo peor que un hijo se esfume, que no lo veas más"