En 1984 Abuelas de Plaza de Mayo recibió información acerca de un represor apodado "El Gordo José", quien podría tener en su poder a una niña hija de desaparecidos. Se trataba del coronel Herman Antonio Tetzlaff, jefe del grupo de tareas del centro clandestino "El Vesubio". Junto a su esposa, Carmen Eduartes, había inscripto a la niña como hija propia con un certificado falso expedido por el médico Juan Carlos Zucca. Con la presunción cierta de que la niña era Hilda Victoria Montenegro, en 1988 se inició la acción judicial correspondiente en el Juzgado Federal N° 1 de San Isidro. Este proceso se vio dilatado por el permanente cambio de domicilio de la pareja apropiadora. Finalmente, la joven se analizó y el 5 de julio de 2000 confirmó que era hija de Hilda y Roque. En junio de 2001 se reencontró con su familia biológica.
En mayo de 2012, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el Equipo Argentino de Antropología Forense los restos de Roque fueron identificados. Había sido inhumado en el Cementerio Municipal de Colonia del Sacramento, República Oriental del Uruguay. Hilda continúa desaparecida.